LOS ALIMENTOS COMO PREVENCIÓN CONTRA EL CÁNCER
Buenos habitos alimentarios
Sábado, 25 Noviembre, 2017 - 23:24
La alimentación preventiva
La alimentación es una gran aliada para el tratamiento y prevención del cáncer, ya que es la herramienta más potente para evitar que se supere la estimación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 22 millones de nuevos casos de cáncer anuales en las próximas décadas. El cáncer es el resultado final de una interacción de múltiples factores de riesgo. La gran mayoría de los cánceres, 90-95 %, tiene como causa factores ambientales o agentes externos, entre el que se incluye la alimentación.
Factores de riesgo
Sobre muchos de los factores externos podemos actuar activamente: no fumar, evitar los lugares con humo de tabaco, no consumir alcohol, protegerse del sol, evitar las enfermedades infecciosas, mantener un peso saludable, realizar ejercicio, mantenerse activo, tener una dieta natural, equilibrada y completa. Respecto a la alimentación es clave controlar el consumo de azúcar, evitar los edulcorantes artificiales (ciclamato, aspartamo o sacarina), los alimentos ahumados, salazones, fritos, precocinados, embutidos, carnes rojas y bollería industrial [1-3].
Antioxidantes
La alimentación es una herramienta básica para prevenir enfermedades. Los alimentos ricos en antioxidantes combaten los radicales libres que aceleran el envejecimiento y el riesgo de cáncer. Entre estos alimentos destacan: arándanos, brócoli, té verde, ajo, zanahorias, tomates, uvas, cacao,... El consumo de cereales, legumbres, verduras, hortalizas, frutas y aceite de oliva, frente a otro tipos de grasas saturadas, han de constituir la base de nuestra pirámide alimenticia y nuestra lista de "alimentos contra el cáncer"
Estudios científicos
Breslin P y colaboradores publicaron en 2015, Molecular and Cellular Oncology, el efecto de uno de los compuestos del aceite de oliva, el oleocantal y su acción lítica del lisosoma de las células tumorales, provocando su muerte en un plazo muy breve de tiempo (apoptosis) [4].
En 2016 la OMS publicó un estudio elaborado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) que existe la “evidencia suficiente” para relacionar la obesidad con tumores (cáncer) de cardias gástrico, hígado, vesícula, páncreas, ovario, tiroides, meningioma y mieloma múltiple. El patrón de alimentación recomendada incluye un elevado consumo de verduras, frutas, legumbres, aceite de oliva, pescados y un bajo consumo de zumos y bebidas calóricas [5].
Pascual G y colaboradores han publicado recientemente en 2017, Nature, la relación entre una dieta rica en grasas saturadas y la presencia de metástasis más agresivas [6].
En definitiva, son muchos los factores condicionantes relacionados con la alimentación que pueden controlarse personalmente. No existe un alimento concreto que proteja contra el cáncer, ni una ideal "dieta anticáncer". Pero sí una alimentación completa y variada. Estudios científicos muestran como en concreto una vitamina, un fitoquímicoo mineral tienen efecto anticancerígeno. Pero, la práctica clínica evidencia que la sinergia de diferentes componentes de la dieta son los que tienen la capacidad de ejercer protección y una acción positiva para la ayuda en la cura del cáncer.
La importancia de la nutrición y la dietoterapia
La quimioterapia, radioterapia y cirugía son los tratamientos de elección ante el diagnóstico del cáncer. Las terapias complementarias médicas contribuyen a minimizar los efectos secundarios de la quimoterapia y radioterapia, y, a mejorar el estado general e immunológico de los pacientes oncológicos. A destacar entre estas terapias: la fitoterapia, la dietoterapia, la acupuntura y el mindfulness.
Los tratamientos del cáncer, como la quimioterapia y radioterapia, provocan efectos secundarios: pérdida de apetito, sequedad de mucosas, náuseas, vómitos, estreñimiento, dolor, ansiedad, depresión, disminución del estado immunológico,... Estos efectos pueden conllevar problemas digestivos y/o una insuficiente ingesta de alimentos y, por lo tanto, un déficit en la absorción de nutrientes básicos pudiendo provocar, en su extremo, un estado de deficiencia nutricional y de malnutrición.
El objetivo de la nutrición y de la dietoterapia personalizada es: controlar los efectos secundarios, disminuir el riesgo de infección, aumentar la energía y mejorar la calidad de vida del paciente [7]. El Instituto Nacional del Cáncer (NIH) recalca cómo los hábitos de alimentación sana son importantes durante el tratamiento del cáncer, y cómo el cáncer y los tratamientos pueden afectar el estado nutricional del paciente [8]. Lo que requiere estar asesorado para poder personalizar la dieta. La investigación sobre alimentos que combaten el cáncer es continua y activa, ayudan en la cura y supervivencia del cáncer [9].
Referencias
- Schuz J, Espina C, Villain P, et al. European code against cancer 4th edition: 12 ways to reduce your cancer risk. Cancer Epidemiol. 2015;39:S1-S10.
- M Greger (2015) How not to die: Discover the foods scientifically proven to prevent and reverse disease (First edition.). New York: FlatironBooks
- Campbell, T. Colin. The China Study. Yhe Huffington Post, june 28, 2008.
- LeGendre O, Breslin PA, Foster DA. Olecanthal rapidly and selectively induces cancer cell death via lysosomal membrane permeabilization. Mol CellOncol. 2015;2(4)
- https://www.iarc.fr/en/media-centre/pr/2016/pdfs/pr247_E.pdf
- Pascual G, Avgustinova A, Mejetta S, Martín M, Castellanos A, Attolini CS, et al.Targeting metastasis-initiating cells through the fatty acid receptor CD36. Nature. 2017 Jan 5;541(7635):41-45
- Bloch A, Cassileth BR, Holmes MD, Thomson CA, eds.: Eating Well, Staying Well During and After Cancer. Atlanta, GA: American Cancer Society, 2004
- https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/efectos-secundarios/perdida-apetito/nutricion-pdq
- http://www.aicr.org/